Tradicionalmente los troveros solemos quedar en la parte baja de este ránking inicial, dada nuestra endémica falta de puntos ELO. De tal forma, si echamos un vistazo a los últimos años, nuestro puesto en la parrilla de salida ha sido:
Como se puede ver, no eran posiciones que llamaran a demasiado optimismo respecto a la posibilidad de hacer algo en la liga, pero difícilmente se podía salir más alto cuando como máximo contábamos con dos jugadores con un pequeño ELO, siendo el resto computados con el ELO mínimo.
Sin embargo, este año nuestros cuatro primeros tableros tienen ELO, sin pasarse pero tienen, lo cual hacía pensar que subiríamos en este escalafón inicial, ya que cualquier pequeña puntuación como la que tenemos en el tablero 4 (1576 puntitos para Juanjo) hace subir en 100 puntos la media respecto a si aplicamos los 1200 puntos de base. Con esto salimos como mucho en los puestos 10 a 12, calculamos, con un ELO medio de unos 1700.
Con esta perspectiva, vemos la lista. Al igual que en 2010, serán 28 los equipos participantes. Más o menos los mismos que siempre, con alguna incorporación destacable como el nuevo súper-coco de la categoría, el Cabezo de Torres B, que salvo hecatombe deberá de ir de cabeza a la primera en sólo un año. A él deberían acompañarle alguno de los cuatro siguientes en el ránking, que también cuentan con grandes equipos, y es que esta segunda división, englobadora de todo lo que no entra en las categorías superiores, es bastante menos homogénea entre sus equipos de lo que lo son la primera y la de honor.
¿Y dónde estamos nosotros? Pues resulta que de la clasificación presentada en la citada reunión, salimos nada menos que como número 20 de 28 equipos. ¿Cómo es posible, tanto se han reforzado los demás? Y no sólo eso, resulta también que nuestro ELO medio, calculado precisamente según los cuatro primeros tableros, es de 1338 puntos, inferior a todos los reflejados en la anterior tabla. ¿Y qué pasó? ¿Aquí vendiendo la moto de luchar por quedar en la zona media-alta y somos los 20º? ¡Parecemos el Efesé del ajedrez!
El motivo de todo esto es que este año se ha decidido que a estos efectos únicamente computará el ELO FIDE para quien lo tenga, y a quien no se le asignará el famoso mínimo de los 1200. O sea, que puntúa menos un FEDA con 2000 que no tenga FIDE (que los hay) quien computará con los 1200 del mínimo, que un FIDE con 1500. ¿Es esto lógico?
Vale, piensa uno, se ve que ha cambiado el Reglamento de Competición y no nos hemos enterado en el Club, o quizá es que en todos los años anteriores se ha aplicado mal y para el presente se ha rectificado la forma de actuar. Leamos entonces el artículo 66 del Reglamento que en su apartado dos viene a decir:
- El orden de los jugadores será según su ELO FIDE ó FEDA en defecto de aquél, pudiendo permutarse etc. etc.
- Para el cálculo del ELO medio, a los jugadores sin ELO (no dice sin ELO FIDE, sólo sin ELO) les será aplicado el mínimo de las listas FIDE.
Pues no, no ha cambiado nada en la letra escrita, sólo el criterio de hacer el cálculo únicamente con FIDE. Contando que principalmente en segunda división hay muchos jugadores que únicamente tienen FEDA, esta decisión altera considerablemente el resultado respecto al cálculo en años anteriores.
Quizá una buena solución al menos para la segunda división sería no mezclar churras con merinas, FIDE con FEDA, obviando aquél y considerando sólo éste. Habría a quien perjudicaría y otros a quienes no, según tengan más puntuación en uno u otro, pero dado que lo habitual es que ambos sean semejantes no originaría muchos cambios. Lo que sí permitiría que a todos se nos computara en base a un mismo índice, y a quien no lo tenga se le aplicaría un mínimo.
Y a todo esto se puede preguntar: ¿y qué más da el puesto inicial?
Hombre, pues sí que da. Un mero repaso de los equipos de segunda indica que con el anterior criterio el TM podría salir como número 10-11, frente al 20 asignado. Por poner otro ejemplo, véase el Beniaján, que con tres jugadores con un ELO fuerte para la categoría salen como equipo número 18. ¿Y en qué influye esto? Pues en que si la variación te supone pasar de la mitad baja a la alta, implicará que la primera jornada la juegues con otro equipo situado 14 puestos por debajo tuya y no con otro situado 14 puestos por encima. Contando que este año lo que cuenta son las victorias de equipo, quedando relegados los puntos individuales a un criterio de desempate, el primer caso te da bastantes posibilidades de victoria (que luego hay que demostrarlo en el tablero, está claro), mientras que en el segundo se antoja tarea más difícil. Vale que es un suizo y si ahora ganas luego jugarás con otro más fuerte, pero por lo pronto lo harás con los puntos en la buchaca.
En fin, tomaremos la tan manida frase que dicen los deportistas de élite cuando les preguntan que con quién prefieren que les toque la siguiente ronda: “a mí me da igual, si al final quiero estar arriba le tendré que ganar a los mejores...” ¿A quién no le suena?
Y un último dato para motivar un poco al personal. De la tabla que mostramos al principio de esta entrada, el año en el que partíamos más abajo (2009, puesto número 20) fue el que mejor papel hicimos, quedando en el puesto 10º. Visto lo cual, puede que tenga razón el que ha hecho la anterior pregunta: ¿y qué más da el puesto inicial?
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