Publicamos hoy una partida muy conocida, disputada en los primeros años del siglo XX. Sin perjuicio de la calidad global de la partida por la categoría de ambos contrincantes, el motivo por el que pasó a la fama fue la última jugada realizada por las piezas negras (conducidas por Marshall) y que propició el abandono inmediato de su contrincante.
La situación inicial del visor es la previa a la referida jugada. La primera vez que uno la ve, se queda boquiabierto. Según las crónicas de la época, los espectadores que asistían al encuentro silbaron en un primer momento por creer que quien reproducía los movimientos en el tablero mural se había equivocado al reflejar la jugada; al valorar la posición y comprobar que no había tal error, comenzaron a aplaudir acaloradamente y a arrojar monedas de oro sobre el tablero (esto último quizá sea ya leyenda...).
Los hombres arrojaron monedas de oro y las mujeres las recogieron y se fueron a la peluquería.
ResponderEliminarBlankinegro, eres un sacrílego ajedrecístico.
ResponderEliminarMis felicitaciones al capitan, manager, informatico, "utillero" jeje del club. En serio da gusto ver el blogs con tantas secciones y participacion de los demas miembros del club.
ResponderEliminarHola Dani, pensábamos que te habías quedado en Asturias con el Doctor Mateo.
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