El premio en cuestión consistirá en un jamón a sortear, una vez finalizada la entrega de trofeos, entre todos los participantes que se encuentren presentes en ese momento.
El jugoso premio será acumulable a cualquier otro al que el afortunado jugador haya tenido derecho, con una única excepción: no podrá recaer en la misma persona que haya obtenido el otro jamón en liza, esto es, el que se sorteará entre los participantes que hayan jugado tanto el Open de La Palma como el de Beniaján. En caso de darse esta coincidencia se volvería a practicar el sorteo.
Si el agraciado alegase ser vegetariano, el premio sería sustituido por una sabrosa lechuga del Campo de Cartagena |
Fuentes fidedignas que no podemos revelar aseguran que el presi tiene preparado un ameno discurso de clausura, previo al sorteo, de unos 45 minutos de duración, y que esta medida es lo único que se le ha ocurrido para intentar que el personal aguante estoicamente el tirón. En todo caso, seguro que para quien le toque habrá valido la pena.
A mi me gusta con mucho tocino.
ResponderEliminarNuestra amada patria puede estar orgullosa de ser cuna de tan suntuoso manjar .¡Viva España!
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