XVII Open La Palma: comentarios varios

Hale, pues otro año más (y otro menos, como dicen los mayores). Esto de los torneos es como las bodas, meses de preparativos y luego pasan como el AVE y no te enteras. Porque si bien es cierto que este año ya no nos pillaba de sorpresa, leñe, la de cosicas que hay que perfilar para el gran día.

Luego, por mucho que uno perfile, salen los imponderables, esas otras cosicas que por mucho que uno quiera dejar atadas resulta que luego cascan. Siguiendo con el símil, la boda que quieres celebrar al aire libre y luego va y te llueve, el torneo que quieres hacer en un buen salón y acabas en una terraza, los doscientos a los que has invitado y que resulta que tienen otro compromiso para ese día...

La/s sala/s.

No sabemos si éste habrá sido el único torneo de la historia que se ha desarrollado en un sólo día y que ha tenido dos sedes. Y es que la jornada comenzó con sorpresa para los participantes, al menos para los que repetían experiencia, por cuanto al llegar comprobaron que la sala de juego no se había ubicado en el salón interior, sino en una terraza aledaña. Y la extrañeza aumentó (aunque también sirvió de alivio ante el calor acechante) cuando por los organizadores se dijo que tras la primera ronda todos pasarían a jugar al salón. El motivo, que el día antes se nos confirmó que había surgido un compromiso para ocupar el susodicho salón a primera hora (se ve que lo que había con nosotros desde hacía meses no era un compromiso, sino un simple desideratum), de forma que o empezábamos a jugar en la terraza o nos tocaba esperar a que quedara libre la sala. Por suerte, optamos por la primera opción, ya que la segunda nos hubiera metido un retraso de hora y media.

Y que conste que la terraza quedó bastante cuca una vez montada, pero claro, eso está bien para jugar a partir de la caída del sol, ya que resulta que tampoco había sombrillas para cubrir todas las mesas y ya estaba cayendo un lorenzo justiciero. Al final, se pasó de jugar la famosa primera ronda fuera a tener que jugar dos, y dadas las perspectivas el árbitro del torneo, a la sazón nuestro Presidente de la Farm, autorizó a que cada uno se ubicara donde buenamente entendiera para protegerse. Gorras, cambios de mesas y esturreo general en una situación cuando menos atípica. Dicen que a alguno que se le oía por ahí jurando en arameo.

Sala 1: los maestros a la sombra (siempre hubo clases)

Sala 1-bis

Por fin, para la ronda tres quedó libre el salón, que en ese momento se nos antojó que era el Palacio de Versalles en versión palmesana, y ahí nos ves a todos los del club (y a varios jugadores que no lo son, gracias...) arrimando el hombro para montar en diez minutos una nueva sala, que por cierto acabamos compartiendo con ollas, aspiradoras y cacerolas que allí habían quedado expuestas.


No es coña lo de las ollas...



Sala 2: esto ya es otra cosa

Luego, todo sea dicho, hubo un descuento en el precio del menú respecto a lo inicialmente previsto, así que con 10 euretes pudimos comer decentemente y en cantidad mayor a lo aconsejable para todo aquél que quisiera tener una cierta concentración en la ronda de las cuatro.

Los jugadores.

En lo que refiere a la participación, cuarenta y uno fueron los ajedrecistas que se apuntaron al torneo (uno no termina de entender cómo alguien te envía un correo la tarde antes para decirte que va y luego no aparece) pero descontados estos nos quedamos en lo dicho, cuarenta y uno. Cifra que desde luego no cubre las expectativas iniciales (de hecho, apenas cubre otros importantes aspectos) y que queda por debajo de los cincuenta y cinco del pasado año, a pesar del incremento de premios incluido en las bases. Que si todavía hay comuniones, que si yo ya he ido ocho sábados seguidos a Cartagena para el absoluto, que si Cox...

Por ver el lado positivo de las cosas, destacar la participación de cinco titulados, 2 GM y 3 MI, frente a los tres del 2012.

El grueso de la participación provenía lógicamente el club organizador, cuya bandera defendieron además de los habituales (con un par de ausencias relevantes por distintos motivos) otros jugadores que de no ser por esta ocasión no se acercan ni de lejos a un torneo, y que en algunos casos se estrenaban en estas lides. Destacar también la nutrida participación de jugadores del Sauces y del Mar Menor.

Los resultados.

En cuanto al aspecto deportivo, pasó lo que tenía que pasar, que los cinco primeros puestos fueron copados por los cinco titulados, con victoria incluida del GM José Carlos Ibarra, el Nadal del ajedrez regional, persona sencilla y de trato agradable pero implacable ante el tablero, donde se fue deshaciendo de todos sus rivales hasta quedar con un apabullante 6,5/7, cediendo unas únicas tablas ante el MI Luis María Campos. Fue éste precisamente quien ocupó el segundo puesto, siendo el tercero para el siempre entrañable MI Slobodan Kovacevic. Cuarto fue el GM James Plaskett, quien no pudo revalidar su título del año anterior, y quinto el MI Antonio Granero.

En cuanto a los mortales, el primer premio (aunque sexto en la general) fue para un magnífico Abel Ojaos, con cinco puntos en su casillero, y completando los premios generales quedaron Ramón Patiño, a quien se le da bastante bien cada vez que viene por aquí, y un sorprendente Luis Fernández que se coló en el octavo puesto.

Los premios (no, el vino ya estaba allí)

Los premios especiales fueron los siguientes:

- Fide sub-1900 para el local Benito Rioja, que se ve que cuanta más mala baba se le pone mejor juega, jeje... Tras una maratoniana partida en primera ronda ante Leandro, Benito se calentó y cuajó un buen torneo en el que ejerció su especialidad del piruleo por doquier. No perdió ante ningún mortal y sólo hincó la rodilla ante Campos y Plaskett, eso sí, en sendas partidas meteóricas.

- Fide sub-1700 para el marmeronense Andrés Cayo, tras unas dudas iniciales con el árbitro sobre si un jugador sin Fide es equiparable a un jugador con Fide sub-1700. Se llegó a la conclusión de que no, y el bueno de Andrés se llevó el premio.

- Veteranos para nuestro presidente Leandro Párraga, que repite título, dándole igual que éste se llame sub-60 como en 2012 o sub-55 como el presente. El año que viene lo pondremos sub-40, a ver qué tal se le da, jeje...

- Primero local para Juan Pablo Soria, que también repite del año pasado y haciendo la misma jugada: no fue el mejor clasificado del club, pero como su antecesor se llevó otro premio... JP demuestra que su actuación en el absoluto no fue flor de un día y que es capaz de mantener una gran regularidad en sus resultados.

- Segundo y tercer local para Juan José Martínez y Daniel Giménez, respectivamente. Según Chess-Results quedaron iguales a todo, así que no sabemos qué criterio se empleó para tal desempate (agradeceremos cualquier aclaración al respecto). Para Juanjo es su primer entorchado y se fue contento con ello, mientras que Dani puede presumir de haber puesto a pensar a Plaskett durante 12 minutos para una sóla jugada, que no es poco mérito, tras ver el maestro una posible combinación de su contrincante que le hubiera puesto en aprietos.

- Por último, los premios para jóvenes recayeron en dos jóvenes promesas-realidades de nuestro ajedrez: el marmeronense Francisco Jiménez Ramallo (sub-14) y el murciano José Javier Moreno (sub-12), quedando vacante el premio sub-10 por cuanto el único participante en dicha categoría se retiró a medio torneo.

Los sorteos.

¡Ay los sorteos! A los dos pequeñajos de Benito les entró la vena tímida y no quisieron ejercer de mano inocente para la extracción de los números, por lo que finalmente fue José Javier Moreno quien ejerció como tal. Saca el chaval el primer número y se lo da a Benito, a ver, a ver... nuestro capitán deja escapar un “vamos, no me jodas...” ¡y sale el número 23, José Javier Moreno! Tímidos gritos de tongo se oyeron por el foro, pero el Excalibur fue a parar inexorablemente a manos del chaval, que así se fue contento ya que los libros que le tocaron en premio ya los tenía más que leídos.

En cuanto al sorteo del jamón... ¡número 38, José Alberto Pérez!. Para haberlo grabado y ponerlo de politono el ¡toooomaaaa! y el bailecito que se marcó nuestro Lute, que por una u otra razón últimamente se va más contento que unas castañuelas de todos los torneos en que compite.

Gracias.

Ya sólo nos queda manifestar nuestro agradecimiento, nuevamente, a los patrocinadores que han puesto su importante grano de arena para que pueda celebrarse este torneo. Asimismo, agradecer a la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Cartagena y a la Junta Vecinal de La Palma, representada ésta en la entrega de premios por su presidente D. Pedro Obradors, su inestimable aportación, indispensable para poder sacar a flote un torneo como éste.

Habrá que replantearse muchas cosas a futuro, pero ya habrá tiempo para ello.