Absoluto R3: nuevo fifty-fifty para la delegación trovera

Tercera ronda del absoluto disputada sin novedad en lo que respecta a la organización, que parece que ha dado solución definitiva al tema del calor que hubo en la primera ronda, muy a pesar de alguno que acudió ligero de ropa en exceso a la partida de este sábado. Y es que no hay forma de que todos estemos contentos...

Tercera ronda decimos, y poco a poco podemos ver cómo se va estirando la clasificación general, donde ya sólo son cinco los ajedrecistas que cuentan las tres partidas por victorias, encabezados por el más veterano de ellos, Ricard Banegas, y seguido por cuatro jóvenes de nueva hornada aunque de calidad de juego más que contrastada: los lapuertanos David Martínez y Sergio Lara, el marmeronense Julio Zapata y Daniel Alarcón, reciente fichaje del CAC Beniaján. Ante el bye solicitado por Julio, los enfrentamientos de cuarta ronda enfrentarán a David-Daniel y a Ricard-Sergio. Como ganen los blancos esto va a parecer una réplica del regional del año pasado. A continuación viene un grupo formado por ocho jugadores con 2,5 puntos, y más atrás, un gran pelotón que llega hasta el puesto 38º y cuyos jugadores cuentan con dos puntos en su haber.

Las sorpresas de esta jornada, que también las ha habido, las han protagonizado Daniel Alarcón, que ha vencido a uno de los candidatos fijos en las quinielas, Ángel Murcia, y Francisco Blesa, que arrancó unas tablas al también aspirante Asensio Sabater. Resultados ambos que suenan a relevo generacional, todo sea dicho.

Merece mencionarse la anécdota de Antonio Palao, que tras pegarse la habitual paliza de viaje desde Yecla se encontró con la incomparecencia de su rival (en la cual no entramos ya que desconocemos por completo sus razones, que seguro las habrá). Y para más inri, el bueno de Antonio tuvo que zamparse toda la tarde allí a la espera de que su compañero de viajes, Manuel Giménez, finalizara su partida, fiel éste a su estilo de apurar al máximo el reloj, para desesperación de su compañero. ¡Dos puntos y no uno, que habría que darle a Antonio!

Como anécdota negativa, unas tablas en menos de diez jugadas, que no merece mayor comentario salvo que uno de los contrincantes contaba con un antecedente similar la semana anterior. En fin, allá cada cuá, que dicen.

Y yendo al meollo, esta semana tenemos menos trabajo, ya que Luis se pidió un bye para satisfacer compromisos previos. Respecto a los cuatro troveros que jugaron, podemos decir que a nivel global ni frío ni calor, ya que hubo dos victorias y dos derrotas.

En esta ocasión el primero que terminó su partida fue Benito, que se enfrentó al marmeronense Cayo Andrés. Su rival jugó de forma despreocupada la apertura, abriéndose de forma muy temprana en el flanco de dama y promoviendo cambios de piezas y peones sin haber desarrollado previamente el flanco de rey. Benito ya le había echado el ojo al tema, y en cuanto tuvo ocasión se aprovechó de ello atacando simultáneamente f7 y la torre desprotegida de a8. Su rival no tuvo otra que enrocarse largo, precisamente por donde ya se había abierto, y el blanco entró a saco con toda la artillería hasta conseguir ganar pieza y peón. No se rindió su rival, que siguió, y siguió, y siguió jugando hasta llegar a un final donde Benito amenazaba la coronación con dos peones. Fin de partida y más de una hora de reloj sobrante para cada uno.
 

Benito-Cayo, 1-0. El blanco ataca a la yugular,
con ganancia inmediata de pieza.

Al poco terminó José Alberto su partida ante el joven jumillano Juan S. Pérez. No tuvo su tarde José, que permitió que su rival llevara desde el principio la iniciativa y le diera un doblete de caballo donde le ganó calidad. Al final, una torre rival atacó en séptima fila al rey y dama de nuestro compañero, que ya no tuvo otra que abandonar.

Las otras dos partidas se prolongaron bastante más en el tiempo. Juan Pablo despachó a su rival, el veterano Fernando Olmos, tras un fallo de éste que se dejó un peón central en plena apertura y a su rey de compras por el centro, si bien con una posición bastante cerrada donde Juan tuvo que ir empujando sus piezas entre los resquicios que habían dejado las cadenas de peones centrales. A media partida nuestro compañero consiguió enlazar en quinta los peones pasados de "c" y "d", cuyo avance hasta la séptima fila fue decisivo a la postre. Buena partida de Juan Pablo, que en todo momento llevó la iniciativa y que va mejorando su juego conforme avanza el campeonato, donde por lo pronto ya ha conseguido un buen bloque de elo Fide.

Juan Pablo-Fernando, 1-0. Más adelante, el osado caballo acabaría siendo
 capturado en c5, y tras bxc5 los peones blancos fueron imparables.

Finalmente, la penúltima mesa en acabar fue la que enfrentaba a Beatriz García contra Juanjo. Partida de gran igualdad donde nuestro compañero le hizo frente a su joven pero ya curtida rival. No fue sino hasta la jugada 34 donde Bea le ganó el peón de “a” a nuestro compañero, quedándose ella con los peones “a” y “b” pasados. A partir de ahí a Juanjo le falló un poco el temple y bajó su nivel de juego, a pesar de que era su rival quien estuvo coqueteando durante bastante tiempo con apenas un minuto de reloj. La partida finalizó cuando, con tan sólo un alfil por bando, el blanco lanzó sus peones pasados a coronación, maniobra imposible de frenar salvo entregando el alfil por ambos peones, tras lo cual el negro rindió ante la amenaza del rey blanco de devorar el resto de su infantería.
 

Beatriz-Juanjo, 1-0. Tras Dc6 debía caer un peón negro.
Cayó a6, y fue el principio del fin.

Tras esta ronda, Benito y Juan Pablo son hasta ahora nuestras dos puntas de lanza con dos victorias. Curiosamente ambos han solicitado un bye para la cuarta ronda, por lo que se aseguran el dos y medio para afrontar la segunda vuelta. A continuación tenemos a Juanjo con uno, cerrando Luis y José Alberto con medio punto cada uno.

Los enfrentamientos para esta semana son: Juanjo-Javier Donado, Carlos Molina-Luis y Francisco J. Jiménez-José Alberto. A priori, el rival más complicado le ha tocado a Luis, aunque tampoco parece que Carlos esté en su mejor momento de juego... ¡Seamos optimistas! Tres victorias y no se hable más.