La Pocha - TM: 3-1. Fin de etapa

La Pocha-Trovero Marín. Anda que cualquiera que no esté metido en el ajo se va a imaginar que dos equipos de ajedrez tengan semejantes nombres y que encima se enfrenten entre sí, pero esto es la segunda división murciana, y es lo que hay.

Nombres aparte, para los troveros esta jornada ha supuesto la segunda derrota consecutiva. Tras haber permanecido las cuatro primeras jornadas invictos y en los puestos altos de la tabla, nos vemos ahora relegados al puesto décimoquinto y con el único objetivo de intentar quedar lo más alto posible en la clasificación.

Segunda derrota decíamos, y segundo tres a uno en contra, esta vez ante un equipo el de Archena que, vaya por Dios, aguardó precisamente a esta ronda para alinear conjuntamente a sus dos primeros tableros, números dos y tres del ránking general de la división, con lo que amarraba en un buen porcentaje los dos primeros puntos del encuentro. Efectivamente, Antonio Cascales había jugado únicamente dos partidas en las cinco rondas anteriores, con pleno de victorias, eso sí, mientras que Luis Gómez ni siquiera se había estrenado en todo el campeonato. El equipo local quedó completado con Juan Antonio Martínez de tablero tres y José Miguel Abad de cuatro, éste último  defendiendo también su 100% de efectividad en las tres rondas que llevaba disputadas.

La Pocha de Archena. De dcha. a izq.:
Antonio, Luis, Juan Antonio y José Miguel

Por parte trovera, alineación inédita con cambios casi a lo NBA, ya que únicamente Benito repitió de la ronda anterior, entrando a última hora y casi por fuerza mayor, y pasando a jugar de tablero 1 ante las ausencias de Francisco y Dani. Acompañándole, tres troveros con pocas intervenciones en el campeonato aunque con muchas ganas de plantar batalla en el tablero: Juan Pablo (tablero 6), José Alberto (7) y Alfonso (9).

TM, de izq. a dcha.: Benito, Juan Pablo, José Alberto y Alfonso

Las dos primeras partidas terminaron con cierta rapidez. En el tablero 4 (Alfonso Ruiz-José Miguel Abad, 0,5-0,5) las piezas rivales se respetaron desde la distancia y fueron intercambiándose con la única novedad destacable de una ganancia de peón por parte local en la jugada 25ª que dejaba al archenero con un peón central pasado, pero que Alfonso supo bloquear sin dificultad para pocas jugadas después capturarlo, quedando cada jugador con torre y cuatro peones enfrentados entre sí y donde no había de dónde rascar por ninguno de los bandos.

Tablero 4: ...Txd4 ganó peón para el negro

Poco después terminó el tablero 1 (Antonio Cascales-Benito Rioja, 1-0), con nuestro jugador con las ideas claras respecto a lo que quería hacer (que no fue lo que finalmente hizo, obviamente). Lo que parecía que iba a desembocar en una partida violenta con enroques opuestos quedó por voluntad del blanco en una posición casi simétrica y en apariencia de fácil defensa. Pero nunca dura la alegría en la casa del pobre, y las oscuras golondrinas volvieron al juego de Benito que, en un intento de simplificar piezas, se dejó de gratis una calidad. A partir de ahí, la diferencia de material, unida a los trescientos puntos de diferencia de Elo y al coco visitante dándole vueltas al tema hicieron el resto, siendo vanos los intentos de nuestro compañero de levantar una fortaleza para defender a su monarca.

Tablero 1: aquí ya ondeaba el -2 en el casillero negro

A esas horas había empezado a caer el diluvio universal sobre Archena, pareciendo presagiar el negativo desenlace del encuentro para el equipo trovero. Desenlace que se prolongó bastante más en las otras dos partidas, donde nuestros compañeros lucharon como jabatos en la defensa de los puntos.

En el tablero 3 (Juan Antonio Martínez-José Alberto Pérez, 0,5-0,5) el blanco disfrutó desde el principio de una ventaja espacial y de dejar al negro con uno de sus alfiles prácticamente encerrado por sus propios peones en las primeras filas; sin embargo, el jugador local no aprovechó esta situación para organizar un ataque conjunto, sino que fue lanzando sus piezas a través de la columna c, única abierta, propiciando sucesivos cambios de las mismas. Al final, alfil y caballo con cinco peones por bando y tablas por repetición de movimientos. Fue ésta la única forma que encontró el blanco de conseguir acabar la partida después de que, a pesar de la ventaja que ostentaba, hubiera pedido tablas de forma reiterada, peticiones que fueron rechazadas sistemáticamente por José Alberto (la última ya previa colleja de Benito, plantado a su espalda como un palo) dados los resultados de las otras mesas y a la espera de un posible vuelco en la situación. Olé por nuestro compañero que a pesar de que únicamente está jugando en ocasiones puntuales sigue su racha de imbatido entre este año y el anterior, y son ya cuatro las partidas que ha jugado. No lleva el ritmo de partida por victoria del 2011 pero el récord no se lo quita nadie.


Tablero 3, camino de la repetición de jugadas

 Y por último acabó la partida del tablero 2 (Juan Pablo Soria-Luis Gómez, 0-1). Lástima porque aquí Juan Pablo pudo haber dado la campanada mojándole la oreja al experimentado jugador archenero, que recordamos tiene cerca de 2100 de elo frente a la ausencia de puntuación de nuestro compañero. Juan Pablo aprovechó la apertura un tanto optimista del enroque rival para montar un ataque combinativo en el que dejó pasar una oportunidad de obtener ventaja decisiva y que finalmente fue diluyéndose en cambios hasta quedar en igualdad con torre y caballo por bando. Pero... más sabe el diablo por viejo que por diablo, y el bando negro fue encontrando una secuencia con la que encerrar la torre blanca, que al final debió ser sacrificada por el caballo rival. El final resultante fue solventado con solvencia por el jugador de La Pocha.

Tablero 2: se jugó Td7, pero Axg7 prometía más

En resumen, nueva derrota y a esperar el último encuentro en Lorca, donde jugaremos como locales contra el joven equipo del Sauces C, con el único objetivo claro de disfrutar al máximo de la tarde de ajedrez colectivo que allí nos espera. Si seguimos la secuencia de todo el campeonato nos tocaría ganar (empezamos con dos victorias, después dos empates, ahora dos derrotas...).

Por cierto, a la hora de vuelta ya había dejado de llover. Algo es algo.