Nuestra visita a la capital del vino se saldó con un empate que pudo haber sido victoria, merced a un par de fallos troveros en los tableros centrales.
Comenzamos, como de costumbre, por nuestro primer representante que inició su partida con la Escandinava. Tras un desarrollo correcto por ambas partes, el portador de las negras tomó la ventaja que, a la postre, sería definitiva. Por decisión blanca, se intercambian caballo y torre trovera por dama jumillana. Con los dos monarcas enrrocados en largo, el jugador local intentó especular con un nuevo trueque de piezas, algo que le resultó castrófico. En ese momento, el contrajuego negró se tornó fortísimo (o perdía una nueva pieza, alfil blanco, o perdía la partida por mate inminente). Al final no tuvo mas remedio que abandonar.
En la segunda partida, se mantuvo una igualdad que duró aproximadamente tres horas y media, dos torres, dama, mismos peones y dos piezas menores (alfil local y caballo visitante colocado en inmejorable posición), así lo constataban. Pero un fallo de nuestro jugador, que colocaba sus dos torres en la misma diagonal negra, propiciaba la ganancia de calidad por parte del local. A partir de ahí, nada pudo hacer cuando la situación en el tablero era dama-torre contra dama-caballo. La posición era insostenible y nada pudo hacer, mas que parar su reloj.
Los terceros tableros disputaron una de las partidas mas sorpresivas de la tarde. Tras una defensa negra cerrada (Siciliana), se llegó a una posición en la que, tras un cambio de torres, el jugador foráneo obtenía una ventaja de un peón sumada a una ostensible mejora posicional, a pesar de que su rey permanecía demasiado cerrado tras sus tres peones. Con mate en una para el negro, una extraordinaria maniobra local de cuatro movimientos perfectamente encadenados, basados en una cambio de torre por alfil, propiciaba el abandono negro a pesar de su inmejorable posición atacante.
Por último, nos encontramos el encuentro entre el jugador mas jóven (local) contra el mas veterano (visitante) que resultó ser el mas largo, rondando las cuatro horas y media de contienda. La clave estuvo en la mínima ventaja obtenida por el jugador blanco (un peón) cuando ambos jugadores manejaban dos torres y dama. Gracias a la presión que nuestro representante podía ejercer con su peón pasado y, tras varios intercambios (las damas y una torre por bando), la posición local se volvía asfixiante. Finalmente caída de bandera del persistente titular de las negras, con el peón de marras, perfectamente escoltado, en séptima fila.
Antes de terminar, agradecer la hospitalidad que recibimos en nuestra visita a las nuevas instalaciones del Club Coimbra, ubicadas en el Centro Cultural "Roque Baños".
Tablero 1: Roberto Pérez - Daniel Gimenez 0:1
Tablero 2: Benito Rioja - Daniel Verdú 0:1
Tablero 3: Joaquín Torres - Pedro J. Pérez 1:0
Tablero 4: Leandro Párraga - Fco. Javier Tomás 1:0
Chess Coimbra - C.A. Trovero Marín 2:2
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Resultados y clasificación de la 4ª Ronda en Segunda División, y resultados individuales de nuestros jugadores hasta el momento:
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